Defensa, Desarme, Control
September 07, 2015 by Vladimir Vasiliev
Traducido por Bratzo Barrena,
Instructor Systema Ruso Combate Funcional, Perú
systemarusocf.wix.com/peru
Defensa
En Systema no existe diferencia entre ataque y defensa. Todo movimiento llamado “defensivo” es también activo, decisivo y preventivo. El secreto se encuentra en tener una completa libertad de movimiento, un pensamiento rápido y una capacidad de decisión inmediata. Prácticamente no existen limitaciones, excepto por las morales.
Desarme
Antes de entrenar técnicas de desarme de armas, primero se debe aprender a identificar si el atacante está armado y cómo, luego se debe aprender a evaluar su destreza en el uso el arma. Cada arma determina un tipo de comportamiento, el conocimiento y la experiencia permiten identificarlo.
Control
El mejor control en una pelea es preventivo; cuando sientes que algo está apunto de ocurrir y no permites que la situación se concrete. Luego viene el control primario, cuando la acción ha iniciado y la controlas redirigiéndola, distrayéndola o disipándola.
Finalmente tenemos el control secundario, cuando no es posible evitar el contacto físico y debes enfrentarlo con movimiento, golpes u otras habilidades específicas.
En todas estas etapas, tu éxito depende de perder el miedo.
Instructor Systema Ruso Combate Funcional, Perú
systemarusocf.wix.com/peru
Defensa
En Systema no existe diferencia entre ataque y defensa. Todo movimiento llamado “defensivo” es también activo, decisivo y preventivo. El secreto se encuentra en tener una completa libertad de movimiento, un pensamiento rápido y una capacidad de decisión inmediata. Prácticamente no existen limitaciones, excepto por las morales.
Desarme
Antes de entrenar técnicas de desarme de armas, primero se debe aprender a identificar si el atacante está armado y cómo, luego se debe aprender a evaluar su destreza en el uso el arma. Cada arma determina un tipo de comportamiento, el conocimiento y la experiencia permiten identificarlo.
Control
El mejor control en una pelea es preventivo; cuando sientes que algo está apunto de ocurrir y no permites que la situación se concrete. Luego viene el control primario, cuando la acción ha iniciado y la controlas redirigiéndola, distrayéndola o disipándola.
Finalmente tenemos el control secundario, cuando no es posible evitar el contacto físico y debes enfrentarlo con movimiento, golpes u otras habilidades específicas.
En todas estas etapas, tu éxito depende de perder el miedo.